¡Bienvenidos! En este blog encontrarán mis cuentos, relatos de viaje y otros formatos de comunicación, así también, enlaces para acceder a mis libros, blogs y sitios donde comparto archivos de audio y video. También hay materiales de otros autores. Mi nombre es Walter H. Rotela. Los invito a dejar sus huellas junto a las mías.
lunes, 30 de mayo de 2016
viernes, 13 de mayo de 2016
Cuento: Soy Doctor
Los
hechos relatados en este cuento se basan en algo que sucedió. Los nombres y
parte de las situación fue cambiada, pero no lo principal de la situación.
Los
invito a leer y luego a pensar sobre el tema.
Quien me relató el caso trabaja como
guardia de seguridad, en el frente de una empresa bancaria prestigiosa, de la
ciudad.
Una noche, ve aproximarse un vehículo a
una zona donde habitualmente no se permite estacionar a los autos, pues ese
sector de la superficie se ocupa para otros fines. Se acerca al conductor del
vehículo y le solicita que retire el coche de la zona, pues la orden del
gerente, expresamente, solicita que esa zona quede despejada de vehículos, por
razones fundadas que sólo él conoce, y otras personas, poca; pero que no
necesita explicar. Simplemente, como directivo de la institución así lo hace
saber y debe cumplirse.
El conductor del coche se negó a mover
el vehículo. No conforme con eso apagó el motor y se bajó.
La noche estaba fría, y el veterano
guardia sintió que si le sumaba al frío el pasar un mal momento, quizás, solo
quizás, le podría dar un infarto, entonces la dejó pasar. Pero le sugirió que
por el bien de mantener su puesto de trabajo, retirara el coche de la zona,
pues el gerente, en poco menos de una hora bajaría del piso 21 y le recriminaría sobre el asunto del
coche y hasta podría despedirlo.
El joven, con actitud desdeñosa, le
increpó que no se metiera, que era un inservible, un inútil. A lo que el
guardia le respondió que estaba muy equivocado. Le contó que, además de
trabajar allí, era patrón de su propio negocio y poco más, pues entendió que su
interlocutor comenzaba a burlarse y, además le increpó: "Mirá, si te
parece te traigo una autorización firmada por tu gerente y certificada por un
escribano".
El
guardia, se calló, se metió en la cabina de plástico donde pasa las noches como
modo de protegerse de las inclemencias del tiempo. Contó hasta mil novecientos
noventa y nueve y siguió.
El veinteañero conductor, no paró.
Mientras se retiraba dejó muy claro su profesión: "Soy doctor, médico, me entendés".
El guardia se preguntó, entonces:
"¿Para esta educación de nuestros hijos pagamos los impuestos? ¿Para esto
nos descuentan del sueldo esto y aquello? ¿Para "educar" en qué
valores estamos invirtiendo los ciudadanos?
Lo que me llamó la atención −según me contó el guardia− fue la expresión
del jovencito: "Soy doctor".
Pedro
Buda
2016
domingo, 8 de mayo de 2016
Mis libros en Bubok
Los invito a descargar mis libros de la Editorial Bubok.
Serie Túneles
Etiquetas:
Serie Túneles
Suscribirse a:
Entradas (Atom)